Sabemos que el título de nuestra entrada de hoy os puede
sorprender a muchos, “shares is the way
to care” puede sonar demasiado típico, incluso por qué no decirlo,
demasiado a estereotipo. Sin embargo, la felicidad
se puede conseguir a través de esta frase, porque compartir es una de las
maneras que tenemos para demostrar que nos preocupamos de los demás.
Es cierto, que existen teorías económicas, principalmente,
que apuntan hacia el egoísmo del ser humano, de que su objetivo único es
satisfacer sus propias necesidades. Pero sin embargo, ¿por qué existen momentos
en los que los seres humanos decidimos
compartir? ¿qué nos empuja a ello?
Los psicólogos lo tienen claro, la razón por la que
compartimos de manera altruista es
por nuestra propia felicidad. Cuando
compartimos nos sentimos bien con nosotros mismos, por lo que queremos
compartir más y más buscando nuestra propia felicidad. Ahora bien, pensemos en
la obligación de compartir cuando somos niños, en esos momentos en los que se
nos obliga a ser generosos con los demás, no parece que los niños se sientan
especialmente bien en ese momento, porque al fin y al cabo es una reacción que
no nace de ellos, entonces ¿se siente felices al hacerlo?
De esta manera, lo que nos queda claro es que compartir, para que realmente sea una
cuestión que nos reporte felicidad y
nos reconforte, ha de ser de manera voluntaria, en ningún caso debemos
sentirnos obligados a ello. El hecho de compartir es un sentimiento propio para
que realmente signifique eso, compartir, dar sin esperar nada a cambio. La
manera en la que compartir representa a cómo nos preocupamos de los demás, es
algo que debe reconfortarnos y preocuparnos por normas sociales impuestas no
nos hará más felices. En definitiva compartir no es un automatismo.
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