En los últimos meses suena mucho el concepto de los patrones oscuros o su nombre en inglés dark patterns relacionados con la navegación de internet. Como usuarios habituales de la red nos conviene conocer y saber en qué consisten los patrones oscuros y por qué incluso los medios de comunicación están subrayando su importancia a la hora de proteger al consumidor cuando realiza compras y transacciones online.
Los patrones oscuros son los trucos usados en las páginas webs y en las aplicaciones que hacen comprar determinados productos o registrarse en algunos canales sin que esa fuese la intención real de la navegación. Suelen ser patrones que redirigen al usuario de la red a anuncios o supuestas promociones a través de las cuales se consiguen datos o compras indeseadas.
Ejemplos de técnicas usadas por los patrones oscuros
- Espejismos o señuelos. Se trata de una técnica en la que el usuario que navega por la red pincha en un determinado espacio y finalmente es conducido a una web de publicidad o a la compra directa de algún producto que no deseaba.
- Avisos publicitarios escondidos. Se trata de aquellos iconos que creemos nos llevan a una determinada opción pero lo único que hacen es permitir la entrada de ventanas emergentes que solo nos bombardean con información publicitaria.
- Costes ocultos en las compras online. El usuario que realiza transacciones por internet ha de estar muy atento a los posibles recargos que se suman al final de la compra, por ejemplo seguros de viajes no seleccionados pero autoclicados al comprar un billete de avión, tren o autobús.
- Continuidad obligada. Nos encontramos ante la situación en la que se da la opción de disfrutar de un servicio gratuito pero en el que debemos dar nuestra tarjeta de crédito para acceder a él. De esta manera, una vez se cumpla el tiempo de gratuidad, se nos cargará automáticamente el coste de ese servicio.
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